
En la presente edición del concurso bulthaup | La cocina como espacio vital, los miembros del jurado concedieron por unanimidad el premio al proyecto "Loft en Ciutat Vella" del Estudio Vilablanch -con la colaboración para la cocina del distribuidor bulthaup barcelona-, por su maestría "al conjugar el espacio original y la integración de los materiales nuevos con los existentes, tomando la cocina como elemento articulador del espacio familiar de la vivienda".
El espacio se ha reconcebido como residencia familiar aprovechando tanto los elementos de la etapa industrial -columnas de fundición, vigas estructurales, bovedillas y viguetas, que confieren al conjunto un carácter diáfano y casi espartano del loft- como los escasos elementos modernistas supervivientes -sus suelos antiguos y algunos elementos de la carpintería original-, poniendo en evidencia, al sustituirlas con cemento, las zonas de suelo desaparecidas, como se hace en las restauraciones arqueológicas más respetuosas.
La planta, de 220 m2 más 45 m2 de terraza, se despliega entre la fachada delantera, que da a la calle y donde se encuentran los dormitorios, y la trasera, donde está el comedor y el salón biblioteca y se abre al patio de manzana. La disposición del conjunto potencia el juego de perspectivas y el carácter despejado y abierto del espacio.
Ámbitos de la memoria, placeres del presente
Se trata de una cocina austera por su color y distribución, en consonancia con los elementos de arquitectura industrial con los que convive. Su discreto protagonismo responde al lugar neurálgico que ocupa, articulando el espacio doméstico. Un proyecto respetuoso con el pasado y que a la vez se abre al futuro, dando nueva vida a los ámbitos de la memoria y apostando por los placeres del presente: compartir sabores, aromas, compañías.
Fotógrafo: Eugeni Pons